Control Epidemiológico de la Variante Delta del SARS-CoV-2

control epidemiológico con nueva variante delta-09

Nuevos retos emergen para la ciencia y el control epidemiológico a medida que avanza la pandemia. El último gran desafío es la aparición de la variante Delta, la cual se ha reportado como más infecciosa y transmisible que las anteriores, incluso en individuos vacunados, así lo informan las agencias internacionales de regulación como los CDC y la OMS.

Una vigilancia y control epidemiológico adecuado, mediante pruebas de RT-qPCR, es corresponsabilidad de las empresas públicas y privadas de salud, así como de la ciudadanía, para de esta forma evitar la saturación de los sistemas de salud y, junto con la vacunación, poder ponerle un fin a esta pandemia.

Vigilancia y control epidemiológico

La vigilancia epidemiológica es el seguimiento continuo a un problema de salud pública, se realiza a través de observación e investigación bajo técnicas como la recolección de datos, sus análisis, evaluación y divulgación de resultados. Esto permite establecer acciones oportunas y aplicar medidas de control frente a cambios observados o esperados.

Llevar a acabo una adecuada vigilancia epidemiológica de la variante Delta, (además del resto de variantes existentes), permitirá a las autoridades de salud conocer la situación actual real del país, y así establecer las medidas adecuadas para controlar la propagación del SARS-CoV-2, ya sea mediante la prevención o la intervención.

Variante Delta del SARS-CoV-2 (B.1.617.2)

La variante Delta del SARS-CoV-2 (B.1.617.2) fue detectada por primera vez en octubre del 2020 en India, causando un alarmante aumento en el nivel de contagios, además de volverse predominante en varios países, razón por la cual ha sido considerada como una variante de preocupación (VOC).

Las variantes se denominan de ese modo porque el virus sufre cambios en su estructura genética, los cuales afectan factores como su transmisibilidad, mortalidad, entre otros. En el caso de la variante B.1.617.2, las mutaciones afectan a la proteína S, la responsable de unirse con el receptor ACE2 (Enzima convertidora de angiotensina 2) en las células humanas. Estas mutaciones, en combinación, le confieren al virus una mayor transmisibilidad, así como una mejor capacidad de escapar de nuestro sistema inmune. Entre las principales mutaciones se tiene a:

T478K: el cambio de una treonina por una lisina en la posición 478; relacionado con una mayor afinidad por el receptor ACE2 y el escape inmunológico.

L452R: el cambio de una leucina por una arginina en la posición 452; también relacionado a efectos similares a la mutación anterior.

P681R: la sustitución de una prolina por una arginina en la posición 681; puede estar relacionada con un incremento del nivel de infección celular al facilitar la escisión de la proteína precursora S a la configuración activa S1 / S2.

K417N: el cambio de una lisina por asparagina en la posición 417, asociado al escape inmunológico. Esta mutación está presente en la variante “Delta Plus” (sublinajes AY.1 y AY.2).

E484Q: no está presente en B.1.617.2.

 

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¿Cómo detectar la presencia de la variante Delta?

Las variantes se pueden identificar mediante dos tecnologías: secuenciación y RT-qPCR. La primera se basa en determinar la secuencia genética del virus para identificar los cambios en el material genético, no obstante, es un procedimiento mucho más costoso en cuanto a inversión tecnológica. La segunda tecnología, RT-qPCR, es una opción más rápida, sencilla y económica, de igual forma permite saber si un paciente está contagiado con la variante del virus que estamos buscando, cumpliendo con el objetivo de vigilancia epidemiológica.

Determinar oportunamente la presencia de la variante Delta puede permitir a las autoridades y al sistema de salud actuar de manera eficiente, creando cercos epidemiológicos e impidiendo una mayor transmisión del virus a más personas, evitando la saturación de los centros de salud, permitiendo a personas que requieren tratamiento urgente ser tratadas de forma oportuna y adecuada.

 

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¿Qué necesita mi laboratorio para implementar la prueba?

El kit SARS-CoV-2 Variante B.1.617 PCR en tiempo real permite realizar la identificación de las mutaciones L425R, E484Q y P681R en la proteína S, espiga o “Spike”, la cual es la principal implicada en la unión del virus al receptor ACE2 (Enzima convertidora de angiotensina 2) de las células humanas, y posterior acceso del virus a la maquinaria celular para su replicación.

Este producto está destinado a detectar mutaciones L452R, E484Q y P681R en el gen S del SARS-CoV-2, junto al gen ORF1ab, para ayudar a identificar B.1.617.2 con fines de investigación y control epidemiológico.

Mediante este kit podremos saber:

  • Si la muestra presenta la variante Delta B.1.617.2.
  • Si la muestra pertenece al linaje B.1.617.
  • Si la muestra es positiva para SARS-CoV-2.

El kit permite la detección simultánea de las 5 secuencias objetivo (ORF1ab, L452R, E484Q, P681R y el control interno) de hasta 46 muestras en 72 minutos. El control interno asegura la calidad de todo el proceso.

Contamos con todos los equipos, reactivos, materiales, insumos y consumibles para implementar la prueba por PCR en tiempo real en el laboratorio. Además, tenemos personal calificado para asesorarlo según sus requerimientos: desde compatibilidad de equipos, instalaciones, requerimientos especiales y conocimiento en general.